Oct 27, 2022
Tiempo y calidad son dos factores inseparables cuando hablamos de sastrería. Hacerse un traje a la medida, atendiendo hasta el más mínimo detalle de la pieza, es un proceso minucioso y exclusivo. Este va desde la elección de la tela, el diseño, la confección y el ajuste final sobre el cuerpo del cliente. Desde muy pequeña, Cynthia Vargas sintió curiosidad por todo esto. Pero fue recién el año pasado cuando decidió dedicarle casi el 100% de su tiempo a “Textiles Vargas”, negocio familiar que fundó su padre en 1982.
La sastrería, como la sociedad, evoluciona con los gustos y la moda. Con un marcado estilo personal, un exquisito gusto por la sastrería clásica de máxima calidad y un interés por estar al día de todo lo que ocurre en el sector de la moda, era cuestión de tiempo para que Cynthia Vargas decidiera estar al frente de Textiles Vargas. El gusto por las telas y tejidos se lo inculcó su papá, Andrés Vargas, desde pequeña. “Desde que éramos niños, mi papá nos llevó a la tienda. Constantemente nos hacía despachar una tela, hacer una factura. Entonces siempre he estado bastante ligada al rubro”, comenta. “Siempre me gustaron las telas, la calidad. Desde chiquita conocí el prestigio de Barrington. Veía a mi papá en terno, eso me llamaba mucho la atención porque estaba muy elegante”, continúa. “Esta elegancia es la que distingue y otorga Barrington”, concluye.
La moda no solo está en la calle, también está presente en la oficina. El problema es que lo que valía ayer, ya no sirve hoy y mañana estará pasado. Hoy , la manera de vestir ha cambiado. Nuestro estilo se ha vuelto menos formal. “Hay menos gente que usa trajes de sastre. Antes era una vestimenta que se usaba para el trabajo o incluso para el día a día”, explica Cynthia. “Definitivamente el público y la manera de vestir es diferente. Es mucho más casual, los jóvenes no quieren ponerse el traje a menos que su trabajo lo requiera o para usarlo en bodas”. Ahora los pedidos son de moda más casual. “En el 2018 se incrementó el blazer y pantalón”, comenta. “El año pasado se usó mucho más el pantalón casual. Los jóvenes quieren moda Slim fit, mucho más fresco, que no necesite tanto cuidado, que no sea elevado de precio y se pueda usar a diario. Algo accesible y de buena calidad”.
Los trajes a medida reviven su edad de oro. La calidad, artesanía y exclusividad son las principales demandas de los nuevos clientes. Hay una serie de consejos a la hora de hacerse un traje a medida: apostar por una prenda de silueta clásica que pueda permanecer en tu armario sin que pase de moda y buscar modelos únicos que no tenga nadie. Conseguir ese extra solo puede ofrecértelo el servicio a medida. “Cuando un cliente visita la tienda no le vendemos la idea encajonada o formal de que las personas adultas o mayores son las que llevan ternos”, afirma Cynthia Vargas. “Le queremos quitar la idea de que es algo del pasado porque en realidad se trata de elegancia y buen vestir. Es un tema de que Barrington ofrece muy buena calidad en las telas y tiene una gran variedad”. A la hora de elegir una prenda, no todas las personas quieren saco y pantalón. “Nosotros les ofrecemos una idea más casual. En el último tiempo entró la tela Príncipe de Gales con cuadritos, perfecto para la nueva generación que está al alcance de toda la tecnología y ve qué se lleva cada temporada. De alguna forma, tratamos de sacarle provecho a esta nueva situación”.
Cynthia Vargas sigue cumpliendo las premisas que le inculcó su padre: cumplir con los plazos de entrega, seriedad y compromiso tanto con el cliente como con el negocio. “Siempre vamos a estar dispuestos a atenderlos de la mejor manera. Siempre buscamos que el cliente sea el primero, que se pueda sentir cómodo en la tienda. Queremos que se sienta como en familia porque nuestro trato siempre ha sido muy personalizado. Buscamos escuchar a los clientes, qué es lo que quiere y para qué quiere esa tela. Con qué fin las va a usar, que sea práctico y viendo el presupuesto”, expone. “Nosotros les sugerimos una variedad y distintas opciones para que ellos se sientan bien y a gusto con el buen vestir”, sentencia.
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